ETH – Capítulo 8

Antes que nada quiero disculparme por la tardanza. Aún me estoy acostumbrando a traducir a español «neutro», sin contar con que estoy aprendiendo más vocabulario y escritura tanto en inglés como en español sobre la marcha. Bueno, mucho maná en el pool para todos y vamos a lo nuestro .

EVOLUTION THEORY OF THE HUNTER (ETH)
Tomo 1, capítulo 8

*Tump. Tump. Tump.

Lentamente caminé con Youngchul por el calabozo. Las estalactitas en las paredes resplandecían.

-¿Qué tal su primer visita a un calabozo?
-Asusta, y es cruel.
-Pero necesario también.
-Lo sé. Sé que si no se limpian los calabozos con regularidad los monstruos salen al exterior. ¿Y tú? ¿no tienes miedo?. No eres un cazador así que puedes morir fácilmente. Si fuera yo estaría demasiado asustado para hacerlo.
-Está bien, estoy acostumbrado.
-¿Crees que yo también lo haga?
-Sólo piense en ello como preparación para algo que tendrá que hacer de todas formas.
-¿Te refieres al servicio militar?
-Exacto, si se convierte en un cazador de nivel 3 o más, por ley, será enrolado en el Ejército.
Era normal para los cazadores de nivel mayor a 3 trabajar como Seguridad Nacional en vez de en el ejército, esto permitía abaratar los costos de contratar cazadores mientras que mantenía seguro al país. Era una situación de ganancia pura. Mientras los cazadores son asignados a cómodas estaciones se les requiere que vayan de cacería una vez a la semana para mantener la seguridad.
-Bueno, si es algo que tendré que hacer de todas formas ¿no es lo mismo si lo dejo para más tarde?
-Es otra manera de pensarlo- meneé la cabeza y caminamos un rato sin decir una palabra.

Un mal presentimiento rondaba por mi mente.
-¿Estás preocupado por algo?
-Más que preocuparme… es algo que me molesta un poco.
-¿Qué cosa?
-Bueno, de hecho escuhé un mal rumor antes de venir aquí.
-¿Rumor? ¿acerca de Hansol?
-Bueno… no. No importa- sacudí la cabeza. Aunque no sabía exactamente cuál era su relación no podía andar soltando comentarios de los que luego me arrepentiría. No podía confiarme de algo que ni siquiera había sido confirmado.

*¡clang!- En un abrir y cerrar de ojos Kim Youngchul pasó de estar mirando mi rostro con detenimiento a caer encima mío. Cualquiera podría ver que se trataba de una actuación muy mala. (NTE: Suena a que kiere shaoi :V, pero no pude formular la frase de otra manera)
-¡Aaaahh!
-…¿Qué hace?
-Au au au. Creo que me esguincé el tobillo y ya no puedo caminar.
-Más parece que se cayó a propósito…
-No no, me lo acabo de torcer.

Me quedé mirándolo con calma. Este chico ¿estaba haciendo todo esto sólo porque se preocupaba por mí?.
-¡Lo juro!
-Hmm… de acuerdo. Creo que viéndolo más de cerca sí parece esguinzado.
-Así que debemos volver, ¿cierto ?
Sonreí levemente y me agazapé delante suyo.
-¿Eh?. ¿Qué estás haciendo?
No sé si este chico es muy listo o muy idiota…

*Tap tap tap tap- Cargué a Kim Youngchul a cuestas y me apresuré a donde los demás estaban descansando. Habían pasado veinte minutos desde que nos fuimos, si algo extraño sucedía puede que haya terminado antes de que volviésemos.

Pude oír una serie de gritos a todo pulmón.
-¡SUÉLTENME! ¡LOS VOY A MATAR!
-¡JA JA JA! Eres bastante fuerte ¿no es cierto, señorita porteadora?
-Mierda, miren sus tetas.
-¡Hey, sosténganla bien! ¡Se está moviendo demasiado!

¡Ay mierda, mierda, mierda! ¿¡No lo quise creer pero era cierto!? ¡Mierda!

Tan pronto llegué pude ver a Song Hansol encima de la chica, la cual forcejeaba en el suelo con todas sus fuerzas. Los otros dos cazadores estaban uno a cada lado sosteniéndole los brazos contra el suelo mientras gruñían como cerdos. El Sr. Jung estaba en una esquina observando todo mientras fumaba tranquilamente un cigarrillo.

-¿¡QUÉ ESTÁN HACIENDO!?- Dejé a Kim Youngchul en el suelo mientras corría hacia la chica. -¡Muévanse!
-Maldita sea. Este imbécil echando todo a perder.- Song Hansol y los otros dos cazadores se retiraron. A juzgar por la situación no llegué demasiado tarde, afortunadamente.
-¿Estás bien?
-¿Te parece que estoy bien?- contestó la chica con voz trémula. Su cara estaba cubierta de moretones y tenía un labio partido del cual salía un hilo de sangre.

Alcé mi cabeza y clavé mi mirada en Song Hansol.
-¿Qué significa esto?
Song Hansol no me miraba, su atención estaba puesta en Kim Youngchul.
-Maldito Kim Youngchul ¿¡no te dije que fueses a dar una vuelta por el calabozo!? ¿¡Vas a decirme que lo recorrieron todo en sólo veinte minutos, eh!?
-E… Es que me lastimé la pierna…
-Pues a mí me parece que está bien.
-Pero me duele y está hinchado, así que no puedo caminar bien.- respondió entre traspiés. Era obvio que mentía, y muy mal.
-Ah. Como sea, Youngchul, vete allí un minuto.
-¿Pero… por qué?
-¡QUE VAYAS!- Song Hansol ya casi chillaba. Kim Youngchul se debatió un poco antes de ir junto al Sr. Jung.
-Sr.Jung, tome a Younchul y váyanse.
-Si, entendido.
-N… no quiero irme.
-¿¡Quieres morir!? ¿Qué acabo de decir? ¿¡Piensas que soy estúpido!?
-No… No es eso…
-¿¡Entonces qué!?
*¡BUMP!- Song Hansol golpeó las estalactitas frente a él, regándolas en trozos tan grandes como su brazo.
-¡Señor Jung! ¡Apresúrese y lléveselo!
-Ah, sí. Sí señor.
-Y no vuelvan hasta que yo salga.

El sr. Jung tomó al renuente Youngchul y se fueron de la cueva. Contuve a la aterrorizada chica y esperé por lo siguiente.
No lucía bien, sin Youngchul ni el sr. Jung no había nada que detuviese a este maniático.

-¡Ha!- Song Hansol suspiró como si no creyese que nada de esto estuviese sucediendo. Los otros dos idiotas también estaban asustados, a juzgar por la situación, y no dijeron una palabra.
Finalmente Song Hansol habló: -Tú, pedazo de mierda. Eres interesante ¿sabías?
*Shling- desenfundó su espada.
-Ey, Jungbeh.
-¿Sí?
-¿Alguna vez has matado a alguien?
-N… no…
-Pues hoy es el día.
Song Hansol se volvió para ver las reacciones de los otros dos idiotas antes de dirigirse hacia nosotros. No podíamos ir a ningún lado, excepto retroceder hacia el muro.

¡Mierda! ¿¡Este tipo va en serio!?

*Destello

Tan pronto me puse a buscar algún tipo de arma mi vista se posó en el brillante Arco de Atena que Kim Younchul había dejado en mi mochila. Que chico tan considerado.
*Tap- Apresuradamente corrí hacia él y lo tomé.

-¿¡Qué!?
En cuanto halé la cuerda del arco una flecha se materializó.
-Estoy muy seguro que ya sabes cuán poderoso es este arco. Si no quieres salir herido mejor dejemos el asunto ya mismo.
-Este bastardo… Si no quieres morir suelta ya mismo ese arco.
-No soy idiota.
Tragué con la boca seca y esperé observando qué iba a hacer. Song Hansol era rápido, si le sacaba los ojos de encima por tan sólo un segundo estaría perdido.
Una macabra sonrisa se formó en su rostro -¿Si? Yo tampoco lo soy.

-¿Qué…?
-Esas flechas no hieren a los humanos. ¿Creíste que no sabría eso?
Lo sabía. Por supuesto que lo sabía, estaba en el mismo grupo que el dueño.
-¿Sólo sabes eso entonces, no conoces el resto?
-¿A qué te refieres?
-Sabes cuánto vale este arco, ¿cierto?
-Mucho más de lo que verás en tu pobretona vida, eso seguro.
-¿Qué crees que pasará si muero?- Saqué de mi bolsillo una pequeña daga que suelo llevar por si acaso y me la apoyé en el cuello.
-Si mueres en un calabozo los objetos que tengas… Espera, ¿estás tomando al arco de rehén?
-Exactamente. Sé que mi vida te importa un comino, pero este arco… Si este arco desaparece sería un gran problema, ¿no es cierto?
El Arco de Atena valía veinte millones de dólares. No harías nada precipitado sólo por estar furioso y arriesgarte a dilapidar veinte millones de dólares… a menos que estuvieses loco o fueses retrasado. Recé porqueno estuviese tan loco, o fuese tan estúpido.
Silencio. Finalmente Park Jungbeh habló: -Hey, dejémoslo así. No tiene sentido hacer esto aquí, podemos darle una paliza afuera o algo por el estilo.
-Sí, no hay caso en arriesgarse a perder ese arco. Vamos a estar muy jodidos si lo perdemos.
-¡Mierda, cállense! Déjenme pensar.
*Tap- Song Hansol chasqueó sus dedos antes de sonreir desagradablemente. Es sólo un comentario, pero era la sonrisa más desagradable que he visto en mi vida. Lo juro.

-¿¡Qué…!?
*Tap!- El bastardo se movió tan rápido que di un paso atrás de la sorpresa; pero no iba por mí sino por la chica, que seguía en el suelo.
-¡AH Ahhk!
-¿¡Qué haces!? ¡Ella no tiene nada que ver en esto!
-Tranquila Sooah, esto terminará pronto- SOng Hansol le apoyó la hoja de la espada en el cuello y comenzó a burlarse.
-Ahora, ¿tu vida o la suya? ¿cuál será?
-¿… qué?
-¿No ibas a suicidarte de todas formas?. Si vas a hacerlo, hazle un favor al mundo y hazlo de una vez.
-Tch… bastardo.

Había alrededor de cinco metros separándonos. No importaba qué tan rápido me moviese, no había manera de que pudiese detener a este demente. No, para empezar, ni siquiera podría sacarme de encima a estos otros dos imbéciles.
-Deja el arco y mátate. Voy en serio, si te suicidas mientras tienes ese arco LA MATARÉ de seguro. ¿Qué harás? ¿¡Hmmm!?
-No me hagas reír. Ambos sabemos que estás jodido si este arco desaparece, y si dos porteadores desaparecen ¿crees que no tendrá consecuencias?
-Estoy seguro, ¿y qué? ¿Crees que iré prisión por ello?
-Si mueren dos porteadores, incluso si eres adinerado, no podrás irte sin más.
-Creo que no entiendes cómo funcionan las cosas. Esto es un calabozo, no importa quién muera, es difícil dar con la causa. Podrías haber muerto a manos de un goblin, ¿quién podría negarlo?
-Pedazo de mierda…
-Je je je. Maldice todo lo que quieras, en un momento ya no podrás hacerlo- A un gesto de barbilla de Song Hansol, los dos gorilas comenzaron a acercárseme.

De repente todo se oscureció.
-¿Qué demonios?- Song Hansol miró a su alrededor desconcertado. Ah, ya sé lo que pasó. El calabozo se reinició.
Momento. ¿El calabozo se reinició? ¿cómo es posible?. Un calabozo sólo se reinicia cuando el grupo completo se marcha.
*¡¡¡RAAAAAAAAAWWRRRRR!!! Un súbito rugido resonó en la oscuridad, algo que ya había oído antes.
-Un momento…
*¡Thump- Del otro lado de la cueva se escuchaban los sordos pasos de un enorme monstruo. Pude verlo a la luz de las antorchas. Era un monstruo enorme, de más de tres metros de alto, similar al que me había cruzado hacía sólo unas horas.
-¿Q… Qué es eso?
-No lo sé. No parece un monstruo de nivel 1, ¿verdad?- Song hansol respiraba superficialmente del pánico.
No tenía idea de por qué o cómo apareció ese monstruo apareció aquí, pero no iba a quejarme. En serio, ¿cómo podría empeorar?
*Creeeeak- Halé la cuerda del arco. En cuanto lo hice, una flecha dorada apareció. Song Hansol se quedó mirándome con los ojos muy abiertos. Ja ja, era genial verle esa expresión.
-No… ¡NO!
-¡Sí, cabrón! (NTe: cabrón, gilipollas, culeáo, weón, pelotudo,… Bueno, creo que entendieron el concepto)
*¡Fiummm…!- Disparé la flecha.

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